Artículo en Revista Mexicana de Comunicación / 25 de febrero de 2013

Cineastas fijan postura ante cancelación de su película, que

sería la primera coproducción México-China

Martí Torrens (Izquierda) Pablo Mendoza (derecha). Foto Raúl López Parra

Reproducimos íntegramente el texto enviado por los cineastas

A la opinión pública:

Pablo Mendoza y Martí Torrens somos los ganadores de la Décima Convocatoria del Programa de Óperas Primas del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos de la UNAM, con el proyecto titulado “Bi’an” que es la primera coproducción en la historia entre México y China. A cargo del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos de la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE) por la parte de México y del Youth Film Studio de la

Academia de Cine de Pekín (BFA por sus siglas en inglés) por parte de la República Popular de China. Preocupados por la irregular situación por parte del CUEC en la que se encuentra nuestro proyecto, exponemos a la opinión pública la siguiente situación:

A menos de cuatro semanas de rodaje y encontrándonos en China, quien fungía como fotógrafa de nuestra película renunció, poniendo en una grave situación el proyecto.

Una vez enterados de su renuncia nos apresuramos a conminar a la fotógrafa a recapacitar, sin embargo no obtuvimos respuesta y a los pocos días presentó su renuncia ante las autoridades del CUEC; tras su negativa procedimos de inmediato a buscar quién la sustituyera, tarea por demás difícil debido a que la  relación entre un fotógrafo y un director se basa en la confianza y el conocimiento del proyecto, sin los cuales las consecuencias pueden llegar a ser muy graves para el resultado en pantalla.

Solo teníamos dos opciones viables para dicha sustitución, dos fotógrafos que conocían el proyecto desde hace años y con los cuales habíamos construido una relación de confianza mutua. Uno era un egresado de un curso extracurricular del Departamento de Cinematografía de la Beijing Film Academy, Jay Hubert, y el otro Massimo Bettarelli, estudiante de intercambio entre el Centro Sperimentale di Cinematografía di Roma y el CUEC, este último en donde Massimo fotografió la tesis de un estudiante

del CUEC y que fue acreedor del Kodak Film School Competition. Bettarelli resultó ser el fotógrafo ideal, más aún tomando en cuenta que nos encontrábamos en una situación de extrema emergencia, así como por la relación de confianza que existe y por el conocimiento del proyecto, sumado a su amplia experiencia en el proceso de filmación en Asia y en China en donde ha filmado más de 20 comerciales.

El Director del CUEC, el Mtro. José Felipe Coria Coral, dio su visto bueno a los dos fotógrafos. En el momento en que Jay Hubert declinó por razones personales, procedimos a formalizar la integración de  Bettarelli en el proyecto e incluso la BFA respetó de manera expedita nuestra decisión, realizando todos los trámites correspondientes a su visado e integración en el equipo de filmación.

Dicha designación suscitó en las redes sociales una serie de protestas por parte de personas allegadas a la fotógrafa y sometieron a una presión manifiesta a las autoridades del CUEC, especialmente al director, quienes se retractaron y nos solicitaron designar a otro fotógrafo del Centro.

Tal solicitud nospuso en una difícil situación ya que escoger a un fotógrafo sin las cualidades necesarias, es decir conocimiento de las dificultades de una filmación en China, compenetración y entendimiento del proyecto y sin relación de ningún tipo con los directores, ponía en grave peligro la realización de la película. Por está razón insistimos en la pertinencia de conservar a Massimo como fotógrafo de Bi’an.

Este asunto que de acuerdo el reglamento podía ser resuelto por la Coordinación de Producción de la escuela, la cual se encarga de todos los asuntos de la Ópera Prima, fue remitido al Consejo Asesor del CUEC, máximo órgano dentro del Centro, al cual fue llevado con una carga política ajena a las necesidades del proyecto.

El Consejo determinó rechazar nuestra propuesta argumentando que la convocatoria es muy clara al respecto pues señala: “En el equipo de técnicos participantes los siguientes puestos deberán ser ocupados por egresados del CUEC: Productor Ejecutivo, Gerente de Producción, 1er Asistente de Dirección, Continuista, Fotógrafo…”. Sin mencionar que también este párrafo indica: “…Toda situación extraordinaria no prevista, será resuelta por la Coordinación de Producción del CUEC”.

Así fue como la película entró en un impasse, entre esta lectura poco reflexiva del reglamento y nuestra posición que sólo trataba de sacar la película adelante de la mejor manera posible.

Para destrabar dicho impasse, nosotros propusimos una solución que concilia la necesidad de cumplir de este modo la Convocatoria y de garantizar el resultado de la cinta. Propusimos que uno de nosotros renunciaría a la dirección para asumir el cargo del fotógrafo, ya que cumplimos cabalmente con los requisitos del reglamento mencionado y al mismo tiempo tenemos la experiencia requerida en el

departamento de fotografía y conocemos las dificultades de una filmación en China ya que ambos nos hemos desempeñado como fotógrafos en este país que nos ha apoyado tanto.

Siendo quienes mejor conocemos este proyecto resultaba una forma ideal de sobrepasar esta dificultad, dicha propuesta la planteamos de manera formal mediante una carta dirigida al Consejo Asesor quien sesionó nuevamente  de manera extraordinaria el lunes pasado para decidir el futuro de la película.

Mediante un correo electrónico, sin mediar una explicación y sin dar una respuesta concreta a nuestra última propuesta, el Director del CUEC nos informó que la película se cancelaba de manera irrevocable.

Para entender las consecuencias de dicha decisión hay que saber que es lo que hay atrás de Bian.

Bi’an son dos caracteres que significan el otro horizonte, es el nombre que lleva por título y por anhelo la película en la que hemos trabajado por cinco años. Es un proyecto que condensa dos vidas y aunque no es el final, sí es un destino.

Bi’an es el trabajo durante un año de más de 20 jóvenes artistas; la esperanza y el orgullo de sus familias. Bi’an es el compromiso económico de 20 millones de pesos hacia artesanos, empresarios, proveedores de servicios, hoteleros, transportistas, comerciantes, actores, músicos, todos pequeños pero talentosos y solidarios.

Bi’an es la confianza y el amor puestos en un sueño; el sueño de ser a pesar del tiempo, a pesar de las distancias, a través de las culturas.

Bi’an y los personajes que lo habitan nos hablan del amor que subyace, de la belleza que no se corrompe.

Bi’an es el espacio en el que debutan más de 10 recién egresados de una misma escuela y varias otras instituciones. Bi’an es el encuentro de varias culturas, de varios mundos.

Bi’an es, en el alcance másamplio de estas palabras, Universidad y Escuela.

Bi’an es la primera colaboración cinematográfica en la historia entre Mexico y China. Y mucha gente en ambos países a puesto con ella sus ojos en la colaboración cultural entre las dos naciones.

La cancelación de nuestra película tiene además de lo que ya se ha dicho, una implicación particularmente grave, que deben atender quienes la consideren importante.

Las autoridades de la Beijing Film Academy han alertado que si se suspende la película se ponen en peligro las relaciones culturales entre México y China, ya que obtener el permiso para filmar y exhibir en territorio de la República Popular China implicó la voluntad de las más altas esferas del gobierno de este país como el Buró de Radio, Cine y Televisión de la R.P.C. No sólo se pone en entredicho el prestigio del CUEC y la UNAM, sino que se sienta un terrible precedente para las futuras cooperaciones entre los dos países.

El CUEC ha decidido cancelar de manera unilateral sin consultar con su contraparte en China, la cual se siente muy ofendida. Consideran esta decisión una falta de respeto muy grave hacia el enorme esfuerzo que se ha llevado a cabo por parte del Youth Film Studio de la BFA para que este proyecto sea posible.

Decidir sin que mediara una explicación o una consulta con los socios de China antes de resolverlo en el Consejo Asesor del CUEC, es a todas luces una falta de sensibilidad diplomática a gran escala.

México es un gran país, la UNAM es nuestra casa, por el CUEC han pasado grandes hombres y mujeres. Pero una vez más todos quedamos como gente informal, irresponsable y grosera por un pequeño grupo de personas que usan su poder para someter a quienes se atreven a pensar diferente.

Por último queremos decir que este proyecto cinematográfico debe ser considerado como lo que es: Una película. Y deben de procurarse los elementos que esta actividad exige.

El hecho de que esta producción se de en el marco de una escuela, no debe implicar que se trate de un ejercicio académicode élite con un costo de quince millones de pesos para el erario.

El objetivo de todos debería de consistir en que se logre una obra artística que aporte al mundo del cine una visión particular de la vida.

Como directores que llevaremos esta película a cuestas por el resto de nuestra historia, no podemos bajar compromisos en el aspecto artístico, creativo ni visual de nuestro proyecto.

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